domingo, 1 de noviembre de 2015

HAGO CAMINO


Hago el camino hasta tus manos.
Busco techo para mis otoños interiores,
un pedazo de luz para mis ojos,
unos besos sobrantes.
No pido demasiado.
Hago el camino hasta tus manos.
Quiero dejar la huella de mi piel
en la palma de tus caricias,
el volumen de mi carne entre tus dedos
y esta sangre cansada
transfundirla a la herida de tu costado izquierdo
debajo de tu pecho de limonero en flor.
Hago camino hasta tu refugio
para que enciendas un fuego que nos queme,
que nos funda hasta hacernos un campo de amapolas
y el paisaje hierva
y se caldeen los besos
y me anude al perfume de tu vientre
ese bramante de jazmines.
Camino hasta tus manos
para descansar mi muerte
a la orilla de tus ojos.
Dame los besos sobrantes.

No pido demasiado.

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