jueves, 14 de mayo de 2015

EL PESO DEL RIO


Me pesa este río entre las manos.
No es fácil sostener la primavera
cuando son una danza los rosales
y una alegría infinita los cerezos.
Me pesa este río
guardado entre las grietas de los ojos,
filtrado en las paredes,
escondido
para que nadie encuentre
la hierba sembrada en sus caderas.
Me acostumbré a tu cuerpo
cumpliendo  la ley de gravedad
que corresponde a tus pechos clavados
a tu vientre,
a tu sexo buscando los adentros,
preguntando por la espalda del alma
para olvidar la huella de tus labios.
Voy a aplazar el cariño del agua,
con un pretexto cualquiera.
Te esperaré en la esquina de la luna
hasta que me amanezcas
y escondamos la vida en la almohada
y tengamos los besos recién hechos.



No hay comentarios: