sábado, 21 de marzo de 2015

SOY UN NOMBRE




Me duele tener que responder
cuando dices mi nombre,
cuando soy tan sólo un conjunto de sílabas
pegadas a mi espalda.
Sólo eso,
un puñado de aire
colgado de tus labios,
un sonido en tu garganta,
un nombre.
Me llamas
y entonces me cercioro
que estoy encerrado
entre barrotes de letras.
Un nombre.
Pronúncialo una noche.
Tápalo con sábanas húmedas de ti,
mojadas con tu último perfume,
rozadas con tu piel.
Dale vida entre tu pelo,
ocúltalo entre tus montes,
en el diminuto bosque de tus ingles.
Llámame entonces.
Seré un nombre en llamas,
resucitado de mi tumba,

salvado en tu llamada

No hay comentarios: