domingo, 15 de marzo de 2015

SE PARECIA


Se parecía a la muerte.
El ensayo de un gemido doblado
sobre sí mismo,
clavado en la humedad de la tierra.
Volviendo del exilio de la vida
a la patria primitiva de la nada.
La muerte no es una circunstancia,
Un acontecimiento sobrevenido,
un sudor frío del azar.
La muerte es la vocación primera
que condiciona la fragilidad
del hermoso horizonte de la piel.
Nada es definitivo.
Digo adiós si te beso,
si mis manos,
si tu vientre alojado en mis caricias,
si se encuentra mi sexo con tu sexo,
si encierro la ternura entre tus muslos.
Nada es mañana,
ni ayer,
ni nunca.
Somos tiempo frustrado de antemano,
esparcido como un río,
como un mar,
como un horizonte imposible.
Siempre el último tacto,
el encuentro último.
Después la muerte es más muerte
porque se parece a sí misma,
porque se muere la muerte

cualquier día al amanecer.

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