martes, 24 de febrero de 2015

QUE POCO SE DE TI



Ignoro si decides el destino de tu luna.
No sé si consumes estrellas a escondidas.
No sé si las brisas coleccionan tu pelo.
Ignoro si colocas la nieve por orden de tristezas.
Qué poco sé de ti.
No sé si tienes besos de repuesto
por si se acaban tus labios.
No sé si tienes caricias
guardadas en los montes de tu cuerpo.
No sé si escondes en tu vientre
las huellas de mi sexo,
entre tus piernas las noches
con lunas debajo de tu almohada.
Qué poco sé de ti.
Ahora que tu silencio es espeso
como el recuerdo de una niebla,
ahora pregunto por el nombre de tus labios,
por tu espalda arqueada
cuando recito tus vértebras
como una cordillera de deseos.
Qué poco sé de ti.
Necesito incorporar
tu camino a mi sendero
y hacernos una tarde
como quien hace un cestito de jazmines.
Me urge que huela a ti la tierra
y yo aprenda el perfume de tus pechos.
Te nombro. Nómbrame.
Vamos a regalarnos
una existencia honda
para palparnos la sangre
y reconocer tu alma

con la yema de mis dedos.

No hay comentarios: