sábado, 13 de diciembre de 2014

REGRESO A MI






Vengo de un largo camino
hasta llegar a mí
Duelen los andares,
las huellas dejadas
en las piedras del tiempo.
Llego, si he llegado,
con el cansancio envuelto
en despedidas saladas
en saliva de recuerdo
que escuecen en el paladar,
en el cielo de la boca,
en los labios sin besos.
Enroscado el camino
como una enredadera en los huesos
con células de sombra.
Camino con las huellas borradas
para que no haya signos
que me delaten
y no sepa el amor
el nombre que me nombra.
Soy un horizonte
para que no me alcance,
y cargo la condena
de perseguirme sin éxito.
Necesito colgarme de tus ojos,
del andamio de tu luz
para pisar tu piel y renacer de nuevo
en la cuna de tus manos.


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