jueves, 23 de octubre de 2014

AQUELLAS PREGUNTAS


Voy olvidando las preguntas
que fueron sentido de la vida.
Se me clava la desgana,
la oscura indiferencia
de quien toca la otra orilla
sin que le importe siquiera
si la otra orilla existe.
Necesité saber
si dios, si el tiempo,
la eternidad,
el contenido de cada acontecer,
por qué las ingles y el corazón
tienen caminos distintos.
Escarbé hasta dejar las uñas
en la parte más honda de historia
o de tiempo
que llevamos en la espalda.
Interrogué a los hombres,
a los dioses
qué explicación tenía la longitud que va
desde el triunfo de nacer
hasta la rendición última de la muerte.
Soporté la carcajada
de quienes fueron capaces de estar sin existir,
de subsistir sin existir,
de durar sin existir.
Hoy soy yo quien renuncia,
quien se somete,
quien se subordina
y me desahucio del misterio
y reniego de la densidad incomprensible,
de la insatisfacción
de despreciar preguntas

porque no me importan las respuestas.

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