domingo, 17 de noviembre de 2013

HE LLEGADO



He llegado hasta ti sin preguntar tu nombre.
Tan sólo una guía de las calles
que conforman tu cuerpo.
Tenía la dirección
de tus ojos,
de tus labios,
de tus pechos,
de tu vientre,
de la  gótica ojiva  de tu sexo.
No sé cómo he llegado sin preguntar por tu nombre.
Recordaba tu postura,
tu silencio de puntillas,
sin tacones,
tus manos de espuma
pasando las páginas de un libro.
Tenía la memoria de tu espalda
como una llanura,
como un mar boca arriba
apoyado en los árboles de arena.
Tenía el perfil de tus caderas
fronterizas de pubis,
fluviales, líquidas cordilleras
equidistando distancias.
No sé cómo he llegado sin preguntar  tu nombre.
Guardaba el eco de tu voz
creando el viento
recitando estrellas,
apellidando la luz
para que la luz existiera.
No sé cómo he llegado sin preguntar tu nombre.
Reconstruí las huellas de tus labios,
el perfume de la luz que te vestías,
el tacto desnudo de tu piel
y me encontré contigo.
Sin nombre, pero contigo
La certeza es siempre
Una inseguridad sólida, maciza,
Ella me certifica que eres tú,
sin nombre,
pero tú



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