martes, 26 de noviembre de 2013

COSECHA



No sé si es tiempo de cosechar el dolor
Pusimos la semilla en los relojes,
en las manecillas negras.
Está agrietada la tierra
como los labios que tienen en sus bordes
demasiado vendaval.
Ahí está el útero del tiempo,
alumbrando,
oscureciendo,
brindando,
ofreciendo
A lo mejor es el momento.
Pregunto
a ti que eres tú,
a vosotros que sois
el territorio
donde crece mi vida.
Sois el vientre
donde guardo
lo que  tuve,
lo que tengo,
lo que soy,
lo que no seré
porque la muerte,
porque la vida,
porque el ayer,
el mañana,
el siempre,
el nunca.
Pregunto si es el tiempo
de cosechar el dolor
de existir,
de vivir,
de tu presencia,
tu ausencia,
tus manos,
mis manos,
tu sexo,
mi sexo,
tu ojos preguntando,
mis ojos respondiendo
o tal vez al revés.
Si es el tiempo, avisadme,
quiero llevarme el dolor
a la sombra de un río
porque los ríos entienden
de penas hospedadas en su piel.



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