sábado, 10 de diciembre de 2011

HAY QUE MATAR A ZAPATERO

Por Marzo de dos mil cuatro. Zapatero elegido Presidente. Sangre de 11-M por las calles. Sangre escociendo en los ojos, entre las manos del alma. Y algunos invidentes por ojos cerrados, por corazones herméticos achacando la sangre a la voluntad, a la complicidad del presidente elegido. Aznar hablando de ETA. Acebes calumniando a ETA. Oreja empeñado en ETA. Su tartamudez contumaz lo sigue repitiendo. Y Pedro J, Losantos. Peones. La derecha marginal y marginada tratando de levantar cabeza cada día. Desde Javier Nart a Bardají, desde Carlos Dávila a Javier Horcajo y tantos otros, del El Gato al Agua hasta Carlos Herrera. Manifestaciones de Alcaraz y Botella espolvoreando el dolor en la cara de ZP. Apuntando directamente a las sienes de Zapatero. Partiendo de la base indiscutible de que ha sido él el peor presidente de la historia, el anticristo manifiesto, el que deshizo las familias, el que inclinó a la juventud a la droga y hacia una sexualidad de prostitución, el que tuvo voluntad de devolver al cristianismo a las catacumbas, el que prohibió los crucifijos, el que se cargó conscientemente las espina dorsal cristiana canjeándola por una secularización apóstata. El que aconsejó el uso del preservativo para que los jóvenes se lanzaran sin freno al éxtasis del amor, abocándolos a la prostitución más temprana conocida. Y el escándalo de Herman Tersch porque Zapatero se va a vivir a Somosaguas sin que la nación española se manifieste por semejante disparate.

Zapatero. Nacional AP-6 hacia León. Para adivinar el Naranco y entrever el norte playero donde retomar la amistad con las olas tal vez olvidadas en Madrid. Con Sonsoles, elegante y bella. Sentado en el porche pensando el las primeras tropas traídas de Irak aquella tarde sorprendente para España y para el mundo. Encargando a Bibiana una ley de educación sexual para que todos aprendamos que el sexo es el temblor florecido del amor, la ley de protección de género para que ellas puedan ser las antorchas donantes de luz para una humanidad oscura, el matrimonio gay porque la ternura es una derecho universal, la ley de dependencia porque también los débiles sostienen al mundo, la protección de la infancia porque los niños llevan la sonrisa del mundo bajo el brazo. Las pensiones para que los viejos se coman unas gambas cuando cumple aniversario con la vida. La muerte digna porque se le debe otorgar la misma dignidad que a la vida. El de la alianza de las civilizaciones como utopía algún día realizable.

Zapatero, sentado en el porsche de su casa leonesa, piensa, medita, recuerda. De la mano de Sonsoles, bella y elegante. Crisis. Euro, Agencias de recalificación. Ladrillo derrumbado porque se desinfló el caparazón inmobiliario, cinco millones de parados, rebajas de sueldos, congelación de pensiones, inyección a bancos desnutridos, huelga de sus amigos Méndez y Toxo, patronal apretándole los higadillos, espuelas en los ojos con botín y gonzález sangrándole los costados.

¿Valió la pena? Años de León atrás con cátedra de derecho. Cerveza con los amigos pitando un chala de indios primitivos y puros. Presidente- Ex-Presidente. Despreciado por Buhs. Querido por Obama. Cada uno en su rancho y yo en León entre el Congreso de los Diputados y la biblioteca emocional de las olas. León, austero como un viejo monje. Tal vez el olvido. El olvido es la sangre que le queda a los que nunca fueron nada. Zapatero-arcilla-de-la-nada. El-que-fui- El-que-a-lo-mejor-no-seré.

Andan buscando a Zapatero. Antes de que se instale en su habitada soledad de los leones austeros. Están los maquis salvapatrias, desde Gil Lázaro hasta Soraya, desde Pons a Esperanza, desde María Dolores a Camps. Arrastrándose porque están acostumbrados. Estropeando el paisaje, pistola de charol en la guantera. Lo pusieron en una plaza coqueta, lo apedrearon, lo pisaron, lo desangraron. Lo quemaron en la pira del paro, de la crisis, de las víctimas de ETA, del 11-M. Sólo queda rematarlo.

Cuatro años de puñaladas le han bastado a Rajoy para tronchar los árboles de entrada a la Moncloa. Mariano tiene un palacio. Zapatero, un exilio entre montes nevados y balcones de granito para saludar cada mañana las olas cantábricas del mar.







2 comentarios:

josefina dijo...

fossenonprecioso escrito, Don Rafael...

Anónimo dijo...

Todo perfecto;encantador epitafio;solo que....Me hubiese encando aun más leerle si hubiese escrito que además había sido capaz de enfrentarse a nuestro hereditario clerico-fascismo.