viernes, 15 de octubre de 2010

AZNAR, VENDEDOR AMBULANTE

Aznar ejerce una vida trashumante. Me alegra que no esté continuamente en territorio nacional porque bastantes problemas tenemos como para aguantar su presencia cansina, agobiante, agotadora de predictor de desgracias presentes y venideras. Me molesta incluso su constancia plañidera por el pasado glorioso de su reinado, que diluye el presente y nos condena a vivir sin futuro. Me alegra que sea Murdoch quien le envía a poner su mercadillo donde como patrón pagador le ordena. Aznar no es hombre de tienda estable, fija, permanente: Abierto de 10 a 14 y de 17 a 20 hrs. Imposible. Su grandeza no admite competencia a su alrededor, no nos cabe en esta patria desahuciada desde su marcha, por más que Esperanza, María Dolores y Mariano le pidan una reliquia para seguir arrodillados en el santuario de Génova, 13.

"Por todo el mundo" le preguntaban hasta hace poco por los éxitos "políticos" y "económicos" de España en los últimos treinta años, mientras que "ahora" le hacen "exactamente las dos preguntas contrarias". "Algo ha cambiado en este terreno y ha cambiado de un modo radical" La liberalización del suelo que engendró la burbuja inmobiliaria, el crecimiento económico que prometió Buhs-hermano-gobernador para la República de España como pago a nuestra entrada en la guerra de Irak, el milagro español que se llamó José María se vino abajo una mañana en una estación sangrante de ferrocarril y desde entonces el mundo se preocupa porque en España ya no hay éxitos políticos ni económicos. No supimos conservar en el tabernáculo santo a San Aznar y nos falta el San Pancracio económico capaz de sacarnos de la crisis.

Aznar trashumante. Predicando en cada mercadillo que España no puede abandonar sus valores cristianos porque dejaría de ser España. Que debemos cicatrizar la herida que nos dejaron ocho siglos de dominación árabe porque fueron estériles, porque nada aportaron a nuestra filosofía, a nuestra medicina, a nuestra arquitectura, a nuestra gastronomía. Menos mal que pudo contemplar a Rajoy abrazando al Apóstol y a Díaz Ferrán dándose golpes de pecho de rodillas en Santiago de Compostela ganando el jubileo para regalárselo a los empleados de Marsans o Air Comet.

Aznar anda de rebajas. Vende barato España desahuciada, agónica y terminal. Nación a precio de saldo por culpa de un gobierno fabricante de paro, hacedor de crisis económicas sin precedentes, destructor de los valores de occidente, anticristiano, triturador de la familia.

Qué injusta la historia. El Aznar emperador que se comparó con Carlos V convertido ahora en vendedor ambulante de retales de patria-piel-de-toro, de matanza de bravos horizontes, de sobrantes inservibles de una España que sólo él supo sacar del rincón de la historia.

Que injusta la historia que sitúa a este gran bienhechor de la humanidad entre los cinco peores expresidentes del mundo. Ni Buhs le concedió ningún galardón cuando se despidió de la Casa Blanca. Lo bajó del podio donde se había colocado junto a Blair y lo degradó con el olvido más absoluto sin ni siquiera regalarle una mesa donde descansar los pies.

Le queda Sarah Palin, GEES, FAES y Ana-medio-ambiente para sostener el mostrador ambulante de su tienda. Pero no va mal el negocio. Sabe que en tiempos de crisis la gente compra cualquier cosa. También la España desguazada que él oferta. A cada comprador le regala un torito negro, una flamenquita de lunares o una pandereta que van poblando los “plasmas” del mundo. Onasis comenzó vendiendo corbatas por las calles. Aznar a lo mejor también llega lejos, muy lejos. El sabrá a dónde.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Te quiero felicitar por tu blog. Gracias por haber gente como tu.