martes, 20 de julio de 2010

FOTOCOPIAS

Manchaba el papel carbón. Violeta y negro el invento. Huellas turbias para archivos desvaídos. Le llegó la ruina a aquel papel de seda. La fotocopia iluminaba el folio. Era menos dudosa, más veraz, más espejo. Pero era y es sólo eso: fotocopia sin raíces, sin entrañas, con animadversión tal vez. “Ruego a V.E. que dando por presentado este escrito y las fotocopias que le acompañan... Es gracia que espero alcanzar de V.E. cuya vida guarde Dios muchos años” ¿Se acuerdan? También “Vuestra Excelencia” se vino abajo, como el papel carbón y Dios se dedicó a otros menesteres.

Algunos se han quedado atrás, muy atrás. La Revolución francesa nos devolvió la razón secularmente secuestrada en la oscuridad religiosa. El Renacimiento nos reconcilió con la humanidad. Y la conjunción de ambos desembocó en la honestidad de la palabra. Por eso exigimos que nos llegue plena de contenido como entrega del otro, como donación amorosa hacia el otro. Escuece su prostitución, su desnudez meramente exhibicionista. Tal vez por esta necesidad de honestidad verbal no perdonemos el engaño político, la promesa traicionada. Pero los políticos no mienten, los malinterpretamos. El oyente es lo suficientemente necio como para escuchar decir a Arenas que es necesario un gobierno de coalición, cuando en realidad lo que ha dicho es que es necesario un gobierno de coalición. Lo oído no tiene nada que ver con lo dicho. Esperanza y María Dolores aseguran que Rubalcaba espía telefónicamente a la oposición. Eso lo hemos entendido todos. Pero en realidad han dicho algo muy distinto: que Rubalcaba espía telefónicamente a la oposición. No debemos fiarnos de nosotros mismos porque deformamos la realidad política.

Pons y Cospedal se fueron dando un paseo hasta la Fiscalía General del Estado. Querían comentar que José Bono se había hecho millonario con políticas politiqueras. Cospedal dulce. Casi poeta Pons. Preocupados ambos. Por algo son la voz del partido de los trabajadores, de los pobres. Han desterrado a Zapatero. “Zapatero, dice Pons, no puede mirar a los ojos de un anciano, de un trabajador, de un minero” Cuando la gente (me gustaría que alguien me aclarara quién es la gente) no llega a fin de mes, no puede comprar una camiseta de “la roja” (roja-gualda para la derecha) y no puede tomarse una cerveza para celebrar el mundial, es doloroso que Bono-Presidente-Ministro-Presidente se haga millonario. Lo han leído en la Gaceta, en El Mundo. Se lo han escuchado a Federico, lo ha predicado Intereconomía. Les consta por las fotocopias que aportan. No son papel-carbón-seda. Son de impresora HP de Génova. Luce el imprimatur de Mariano-pontífice y el formato de Trillo-Soraya. “Ruego a V.E. que dando por presentado este escrito y las fotocopias que le acompañan… dé las órdenes oportunas para que Bono sea condenado a las tinieblas exteriores donde se escucha el rechinar de dientes. Dios guarde a V.E. muchos años” Porque Dios ha vuelto con nosotros. Dios tiene carné del Partido Popular. Lo afilió Rouco cuando Aznar que estás en los cielos, cuando Gürtel moreno de Valencia, cuando le presentaron a Correa y Bigotes en el Escorial nupcial.

Pero el Fiscal se empeña en que no. El Fiscal es de izquierdas. A lo mejor ateo. Necesita tocar para creer. No como aquel glorioso Cardenal (No Rouco, sino Fiscal también). El lo hubiera entendido. Dios le habría ayudado. Y además era de derechas. La derecha lo entiende todo: la huelga del metro, las enfermedades de los controladores, las manifestaciones contra el genocidio de Bibiana, el holocausto de Irak.

Bono ya nunca será inocente.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y yo también... anónimo... yo también... y sabes?... me llamo José Miguel... cobarde

Queralt. dijo...

Sí, lo que se nos quiere imponer es un "calco casi perfecto" (como se decía hace muchos sufrimientos) de vidas y tiempos pasados.
Una vez más, me sumo a tus palabras inmejorablemente dichas y sentidas.
Por cierto, me he quedado estupefacta con el primer comentario de esta entrada... ¿a qué viene? No le encuentro sentido... pero sí tengo clara una cosa: los anónimos son de cobardes. Aunque pongan al final un nombre al azar...

José Miguel dijo...

Rafel, con tu permiso, contesto a la amiga Queralt para aclarar su duda:
Estimada Queralt:
Mas estupefacta te hubieras quedado si hubieras leído el comentario anterior al mío. Un insulto de lo más grosero (HP)a Rafael que con buen criterio lo eliminó y que venía seguro de un anónimo borde, violento y resentido. Quise asumir también el insulto como si me lo hubieran dicho a mí. Con el cabreo me olvidé de poner mi identificación completa con lo cual espero queda aclarada toda duda. Un cordial saludo. José Miguel
P.D. Siempre pongo mi web para la total identificación a la cual te invito.