miércoles, 8 de octubre de 2008

POR LOS VAGONES

“ETA tiene cogido a Zapatero por los vagones” Cada mañana desde el nauseabundo minarete de la COPE el talibán de turno llama a sus fieles a profundizar en la simbiosis asesina entre la banda terrorista y el gobierno en la masacre del 11-M. Y los Obispos mientras tanto guardan un silencio cómplice, vergonzoso y miserable. ¿No hay nadie entre ellos con un mínimo de altura moral, intelectual o evangélica capaz de desmarcarse y renunciar a la parte alícuota de odio que le corresponde? Ellos, tan preocupados por el laicismo, el relativismo, la inmoralidad del amor homosexual, comulgan en la falsedad y la mentira sin el más mínimo sonrojo.

“ETA tiene cogido a Zapatero por los vagones” Esto no es una opinión política, sino la afirmación clara y contundente de una connivencia que hizo posible la muerte de 200 personas, el dolor de familiares y amigos y un regusto de miedo que a todos nos quedó en el cuerpo. Y si es así, urge que esos detentores de la verdad acudan a los juzgados provistos de pruebas contundentes que obliguen a los jueces a tomar medidas para que todos sintamos la tranquilidad y el agradecimiento hacia estos bienhechores.

El PP pretende ahora renegar de su asentimiento con la emisora de los Obispo, con el Mundo y muchos otros. Que se lo pregunten a Díez de Mera, ahogado en el secreto de su propia indignidad. Demasiado tarde. Acebes, que siempre se ha movido en la más nauseabunda tibieza bíblica, no sabe ahora cómo escapar del magma de mentiras donde está atrapado. Y Aznar, y Miguel Angel Rodríguez, patán de la política, y Zaplana y un Mariano Rajoy sin agallas para ser un líder centrista y centrado.

Vivir en democracia es creer en un estado de derecho. Cuando se desvirtúa el trabajo de fuerzas y cuerpos de Seguridad, de Jueces, de tribunales legítimamente constituidos, se está apostatando de ese estado de derecho y ninguna razón ampara a los defensores de doctrinas conspirativas que buscan, desde el terrorismo de la palabra y el sindicato del crimen, dejar sin contenido la convivencia que tanto nos costó darnos y que al final conseguimos. Debemos defendernos contra ETA, contra el islamismo. Pero también contra estos asaltantes de caminos que van prodigando tiros de gracia en la nuca de las libertades.

Hay que excluir el odio que se está sembrando por parte de ciertos medios y con la bendición de la Iglesia. Señores Obispos, sigan ustedes beatificando mártires ocasionados por las hordas marxistas. Algún día tendremos que canonizar a los mártires de los báculos episcopales.

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