viernes, 3 de octubre de 2008

LA OTRA TREGUA

Mucho se ha hablado y escrito sobre la tregua de ETA. Y durante ella se han dicho cosas realmente estremecedoras: se ha entregado el estado de derecho, se ha traicionado a los muertos, se ha injuriado continuamente a las víctimas, se ha negociado con Navarra, etc.

Rajoy se reunió en La Moncloa con el Presidente legítimo de los españoles y salió de la reunión diciendo que estaba junto al gobierno para luchar incondicionalmente contra el terrorismo. Y mintió. Nuevamente mintió. En la cadena COPE (la cadena del maricomplejines) se le pudo escuchar que en la campaña electoral el terrorismo volverá a ser argumento contra el gobierno. Luego D. Mariano sólo ha firmado una tregua. Y en esa tregua no están comprendidos ni Acebes, ni Zaplana, ni ese estraperlista del dolor que es Alcaraz. Hay tres elementos que serán motivo de embestida por parte del Partido Popular de cara a las generales y siempre siguiendo el guión marcado por Rajoy: el terrorismo etarra, la ruptura de España por los estatutos y la memoria histórica.

La amenaza terrorista está hoy por hoy ahí y todos debiéramos estar unidos frente a él ahora y siempre. Por tanto la postura del Jefe de la oposición con una duración temporal bien delimitada es, ahora sí, una tregua trampa con la que debemos contar los demócratas, los dolidos por el dolor de nuestras víctimas, y contra la que tendremos que reaccionar en su momento como contra una amenaza cierta y lacerante.

España no está rota. Es una unidad en la pluralidad contra la uniformidad que algunos nostálgicos añoran. La riqueza compartida en la diversidad hace de nuestro país un mosaico de lenguas y culturas. Una mirada limpia consigue que el calidoscopio nos muestre la profunda riqueza en la que estamos injertados.

La memoria histórica no trata de hurgar en el pasado con un morbo enfermizo y carente de sentido histórico. Es más bien la devolución de la dignidad usurpada a nuestros muertos por un régimen dictatorial que les privó de la elegancia que significa morir por una causa digna.

Si el Partido Popular tiene el empeño de destrozar estas tres coordenadas no está preparado para presidir un gobierno que debe hacer del presente una afloración del la historia y una proyección de futuro.

Y resulta preocupante que Mariano Rajoy no sepa qué hacer con esa tregua que él mismo proclama. De hecho calificaba su intervención en la sesión de control al gobierno de absurda al no apoyarse en el terrorismo. Rajoy, es triste decirlo, pero así hay que constatarlo, no existe como político sin ETA. Zaplana, Acebes y Alcaraz no son nadie sin 11-M

Este país necesita una derecha moderna, laica y constructiva. Pero antes de asignarle estas características, es urgente que esa derecha EXISTA.

No hay comentarios: